Tengo el blog un poco abandonado... pero espero poder compartir de nuevo alguna de las cosas que voy haciendo en clase.
Este año, de vuelta en 1º de Primaria y asumiendo la coordinación de mi nivel, uno de los retos que me he propuesto es poder incluir juegos y actividades lúdicas en la rutina del aula. La idea era reservar una hora semanal, aunque de momento me está costando un poco cumplir con el propósito de la manera que había pensado.
En toda esta idea a lo mejor tienen algo que ver la buena gente de Centinela de la Balsa (asociación lúdica) a quienes conocí un par de años, o el curso de gamificación de INTEF del pasado junio, o el hecho de que en la ciudad ya contemos con una tienda especializada en juegos de mesa, El Gamusino, donde te aconsejan, orientan y consiguen lo que necesites; o quizá son los múltiples blogs, grupos y demás perfiles en redes sociales de "jugones" y expertos varios que no paran de darme ideas y envidia (sana) a partes iguales; ¿o han sido los eventos lúdicos a los que he podido asistir?
En toda esta idea a lo mejor tienen algo que ver la buena gente de Centinela de la Balsa (asociación lúdica) a quienes conocí un par de años, o el curso de gamificación de INTEF del pasado junio, o el hecho de que en la ciudad ya contemos con una tienda especializada en juegos de mesa, El Gamusino, donde te aconsejan, orientan y consiguen lo que necesites; o quizá son los múltiples blogs, grupos y demás perfiles en redes sociales de "jugones" y expertos varios que no paran de darme ideas y envidia (sana) a partes iguales; ¿o han sido los eventos lúdicos a los que he podido asistir?
El caso es que en los últimos meses ha habido a mi alrededor una avalancha (in)formativa sobre juegos y todos los beneficios que pueden aportar dentro del aula, más allá de un alto nivel de motivación y un estupendo y divertido rato. Por eso no quiero dejar pasar la oportunidad de ponerlos en práctica en la clase. Al fin y al cabo, mis alumnos han jugado mucho en Infantil, ¿por qué deberían dejar de hacerlo ahora?
Además, los juegos me parecen grandes aliados no solo por lo académico (juegos de mátemáticas, de vocabulario, etc.) ni lo cognitivo (atención, percepción, razonamiento...), sino por algo aún más esencial que debemos cuidar bien: el aspecto social. Con los juegos los niños pueden relacionarse entre sí, trabajamos la flexibilidad y la tolerancia a la frustración, pueden jugar en equipo y ayudarse...
Espero poder compartir muchas entradas relacionadas con juegos a lo largo de este curso. ¡Estad atentos a las entradas tituladas "Jugamos en clase"!
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