lunes, 16 de octubre de 2017

Juegos y aprendizaje I: el dominó y las cartas

Últimamente muchos son los blogs que encuentro con entradas sobre juegos de mesa que, de una manera más o menos explícita, pueden ayudarnos a motivar y facilitar el aprendizaje. No seré yo quien niegue su valor, ya que he jugado a algunos de ellos en casa y algunos también en clase con mi grupo de alumnos. Verdaderamente suceden cosas interesantes, desde su cara de emoción por jugar en clase, por aprender un juego nuevo, por poder jugar con la profe y no solo hacer tareas... hasta los comentarios y respuestas que se van sucediendo a lo largo de la partida. 

Sin embargo, me gustaría romper una lanza en favor de esos juegos tradicionales que van cayendo en el olvido... y que sin embargo también nos proporcionan grandes ratos y desarrollan nuestras capacidades. Me refiero en este caso al dominó y a las cartas, con juegos como el cinquillo o el burro, y que son algunos de los grandes recuerdos de mi infancia: las partidas en casa de los abuelos, unas veces a las cartas, otras al dominó, el cómo mis abuelos llevaban las cuentas de las fichas y cartas que habían salido y las que quedaban por salir y mis ojos y mi mente maravillados por tal hazaña (¿cómo eran capaces de recordarlo? ¡Mis abuelos tenían superpoderes!). 

Sin contar: ¿cuántos puntos tienen estas fichas
Resulta que los juegos de los que he hablado permiten trabajar un montón de destrezas matemáticas simplemente jugando. Reconocer cantidades con un golpe de vista, ordenar las cartas según la serie numérica, calcular puntuaciones, etc. Y todo esto, pasándolo bien, sin ser una clase de mate. ¿Por qué no recuperar estos juegos? En clase hemos intentado buscar algunos momentos para ponerlos en práctica, y los niños lo han disfrutado mucho. 

Además de desarrollar las ya mencionadas capacidades matemáticas, con los juegos fomentamos también la relación entre iguales y las habilidades sociales: respeto de las normas del juego, de los turnos de participación, el no hacer trampas o corregir a quien lo intenta, y el poder compartir un rato agradable con otros compañeros. 

¿Con qué juegos podemos empezar?
Con el dominó:
*Dominó clásico: coloca las fichas emparejando los lados del mismo valor, hasta quedarte sin ellas.
*"Efecto dominó": coloca las fichas muy juntitas, haciendo formas variadas. Da un golpecito en uno de los extremos y observa como van cayendo todas.

Con las cartas:
Carta corrida: mamá nos gana a todos... ¡solo por un punto!
*Cinquillo: Completa la serie numérica de cada palo, desde el as hasta el rey.
*Burro: Cada vez que pierdas irás añadiendo una letra, hasta formar la palabra burro. El que antes la complete, pierde.
*Carta corrida: Evita quedarte con la carta de valor más bajo.
*Siete y media: Intenta llegar a la puntuación de 7 y medio, o por lo menos no te pases.
*La escoba: Suma 15 puntos con una de tus cartas y una o varias de las que hay en la mesa.
*Solitarios: Hay varios modelos, pero en cualquier caso, debes deshacerte de todas las cartas.
*Chúpate 2: Echa una carta que coincida en número o en palo con la que se muestra... pero cuidado con las cartas trampa ¡y que no te toque chuparte 2!

...y muchísimos más (pero no os apresuréis con el mus). 

Lo genial de estos juegos de toda la vida es que son baratos (y además una sola baraja te da para jugar a muchos juegos), portátiles y puede jugar toda la familia. Podéis probar alguna tarde que tengáis libre, en alguna reunión familiar... ¡Seguro que lo pasáis en grande!

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